La última vez que te vi feliz.

Escribí el primer capitulo de este blog para saciarme las ganas de contarles lo difícil que es cambiar la historia de este Club, este Club que amo, cada vez más y cada vez más, hoy es de los días más tristes que han tocado pasar, uno siempre prioriza a su familia obviamente no soy un desalmado pero siempre haciendo una especial referencia a este amor por el Club.
La ultima vez que te vi feliz (Felix, mi padre), fue cuando a mediados del año 2000 logramos el ascenso, lo vivimos juntos cada partido, fuimos a todas las canchas, recuerdo que volviendo de Junin con 3 a 1 consumado paramos en una estación de servicio y nos encontramos con unos hinchas y dirigentes que volvían igual felices igual que nosotros y charlábamos que todavía faltaba la vuelta en casa y fue en ese momento que ¨Astroboy¨ (único por si solo) nos dijo ...¨quedense  tranquilos en caseros no nos hacen 3 goles no loco¨…, volvimos confiados que el fin de semana siguiente era nuestro día.  Recuerdo esa tarde gris pero explosiva, estábamos todos, todos, todos cancha llena, y un equipo que nos identificaba, un equipo que estaba enlazado con la gente y el con el objetivo, así fue como al final del partido a nadie le importo perder con sufrimiento, todos saltamos y nos abrazamos como haber tocado el cielo (blanco y negro) con las manos, tanta era la alegría que mi querido padre estaba tan feliz que perdió la billetera con los documentos en un fuerte abrazo de festejo y no se dio cuenta hasta 5 horas después. Seis meses después de la inmensa alegría mi padre falleció y desde allí siempre tuve como meta poder dar la vuelta y dedicartela, fui de la popular, de los plateistas y hace cuatro años dirigente, y no pude siento que realmente no puedo estos seis meses trate (o festeje) de involucrar a la misma gente que dirigía al Club en esos años que fuimos felices pero no pudimos, solo queda un consuelo al alma que se llama reducido pero no se si ya va a ser lo mismo. Realmente no se puede sufrir tanto sin terminar de perder lo poco que me queda, no puedo echar culpas, no soy quien, solo asumo mi culpa de responsabilidad por no haber podido haber hecho mas o haber cambiado algo. Hoy si valoro mucho mas que antes lo que esos muchachos pudieron lograr en el 96 y en el 2000, no solo alcanza con merecerlo para lograrlo.

Irracionalidad al palo.

A veces en lo momentos más críticos, de más enojo, de más odio y desazón decimos cosas de las que nos arrepentimos a minutos de darnos una ducha fría, en el mundo del fútbol podríamos decir que es algo normal, tolerable, son esas cosas ¨permitidas¨o mejor dicho ¨mal permitidas¨ que hacen del Fútbol un excepción a todo. Eso sí, cuanto ya el exabrupto o la mentira mal intencionada se multiplica de boca en boca es Irracionalidad. Si cuando al final del partido con los de San Martín 5, 10, 100 personas decían ¨vendidos¨, ¨pechos fríos¨ es comprensible atento el gran golpe a la ilusión, pero ya pasados 12 días del evento fatídico que se instale como verdad que un Presidente vendió un ascenso es una canallada, es realmente Irracional. Creo que en el fútbol existen un cantidad de explicaciones de las más simples hasta la más complejas, podemos decir simplemente que el rival tuvo más suerte, que el 9 del contrario esta de racha, que nuestro Dt se durmió con los cambios, etc. Ya con un análisis más elaborado podemos explicar la derrota diciendo que tácticamente perdimos el medio, que nuestro jugadores tenían que manejar los tiempos, que era preferible cambiar una posición y no dos en un partido clave, que Manso no podía recibir solo siempre, etc. Podemos avanzar en la explicación con información que pocos realmente saben a saber: que en la semana no se entrenó lo suficiente, que el linea es realmente de muy bajo nivel profesional para ese partido, que estadísticamente cuando jugamos con sudestada Estudiantes Pierde, que no se arreglaron premios económicos específicos para ese partido, etc. Ahora bien decir que en el entretiempo o con anterioridad se vendió el partido y/o el campeonato porque alguien le contó que el hermano de la novia que trabaja en San Martin que a su vez es remisero de la Municipalidad y escucho en un pasillo que el jefe de empleados administrativos dijo que en la cancha un dirigente le contó que habían comprado el partido es casi ridículo o hasta cierto punto me da ternura. Si un presidente de un club a quien no salgo a defender explícitamente, quisiera vender el campeonato no les parece que tendría que arreglar a los 22 jugadores propios y cuerpo técnico? o al menos que me digan que el presidente tenga poderes telepáticos con cada uno de los 14 jugadores que jugaron ese día, creo que Nosotros los hinchas de Estudiantes no podemos creer que exista la posibilidad de vivir otro fracaso más en estos 14 años, realmente estoy convencido que no le encontramos explicación a tanto sufrimiento y buscamos una irracional respuesta a este difícil momento.
Soy optimista y muero con estos jugadores, no perdimos ni ganamos nada, se hacen algunas cosas bien y otras mal, escribo sin saber como va a terminar esta historia pero quiero que sepan como pienso: cuando se logra el objetivo deportivo es 99% de los jugadores y un 1% de los dirigentes, hinchas, y socios, pero cuando se pierde el 99% es culpa de los dirigentes y lo que resta de los jugadores, me guste o no me guste.

En busca del Optimismo.

Que podemos decir a esta altura, este torneo de transición es por lo menos para mi un suplicio, realmente lo padezco, hace mas de una semana que se ha desvirtuado todo, los de San Martin suspenden partido por rayos, no quieren jugar al día siguiente porque el domingo juegan una ¨final¨, nos va realmente mal el domingo en todo sentido y hoy el día del resurgimiento de la ilusión sale todo nuevamente mal. No me la ¨voy agarrar¨ con la ¨sudestada¨ ni mucho menos con el cambio climático, tampoco con los descerebrados de los barras de Casanova pero ya esto es cualquier cosa, pareciera que el ¨todo pasa¨ sigue siendo el modus operandi en el Fútbol Argentino, esta agonía no parece que pueda terminar pronto ya ni siquiera se como me siento.

Creo que voy a dejar de escribir y me voy a poner a buscar al ¨optimismo¨que no se donde se escondió.